La periodista y directora de la ONG Caleidoscopio Humano, Gabriela Buada, advirtió que el alto flujo migratorio venezolano se expone al delito de trata de personas, dejando en vulnerabilidad a gran parte de los 7,5 millones de personas que han abandonado el país por distintas causas, entre ellas la ausencia de derechos económicos, sociales, culturales y más.
Comenta que muchas de estas personas a veces recurren a rutas extremadamente peligrosas como vías de escape.
De acuerdo con datos presentados durante el Seminario sobre Trata de Personas llevado a cabo el pasado 17 de julio en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), más de 4.700 mujeres, niñas y adolescentes venezolanas fueron rescatadas de redes de trata entre los años 2019 y 2023.
Los tratantes aprovechan el flujo migratorio venezolano y suelen captar a las víctimas con ofertas de trabajo presuntamente atractivas, pero que al final son engañosas. Como resultado, las explotan con fines económicos de distintas maneras, yendo desde trabajo sexual, explotación laboral y minería ilegal hasta la mendicidad forzada, matrimonios prematuros, producción pornográfica para su venta y hasta extracción de órganos.
La experta detalló a Radio Fe y Alegría que los grupos más vulnerables dentro de dicho flujo suelen ser las mujeres, personas mayores, miembros de la comunidad Lgbtiq+, niños, niñas y adolescentes. Estos últimos, sobre todo cuando cruzan las fronteras sin acompañamiento de sus padres.
MÁS DEL 80% DE LAS VÍCTIMAS DE TRATA DE PERSONAS SON MUJERES, NIÑAS Y ADOLESCENTES
Según el Informe Mundial sobre Trata de Personas de 2024 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más del 80 % de las víctimas detectadas en 2022 en Centroamérica y el Caribe fueron mujeres, niñas y adolescentes.
Buada insistió en que los gobiernos, sobre todo los receptores de migrantes, deben implementar políticas públicas y legislaciones más firmes y específicas. Esto, con el fin de combatir este delito, al tiempo que hizo un llamado a los comunicadores a hacer más eco de esta situación para que no caiga en la normalización.