En un giro escalofriante de la tecnología moderna y ascenso de la Inteligencia Artificial (IA), Sharon Brightwell, una madre jubilada del condado de Hillsborough, en Florida (EEUU), vivió una pesadilla que comenzó con una llamada telefónica.
De acuerdo con lo reseñado por medios locales, en el otro lado de la línea, una voz entre sollozos le suplicaba ayuda: era su hija, o al menos eso creyó.
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La joven decía haber atropellado a una mujer embarazada mientras enviaba mensajes de texto al volante. Minutos después, un supuesto abogado tomó el teléfono y exigió $15.000 dólares en efectivo como fianza. Desesperada, Sharon retiró el dinero y lo entregó a un mensajero que llegó a su casa.
Lo que Sharon no sabía, era que todo había sido orquestado por estafadores que utilizaron IA para clonar la voz de su hija. Pero ¿cómo lo hicieron?
Gracias a videos públicos en redes sociales, los delincuentes lograron replicar con precisión cada inflexión, lágrima y pausa emocional. “No hay nadie que pudiera convencerme de que no era ella. Conozco el llanto de mi hija”, declaró Sharon, todavía conmocionada por el engaño.
La estafa no terminó ahí: una segunda llamada exigió otros $30.000 dólares, alegando que el bebé de la mujer embarazada había fallecido. Se le dijo que la familia religiosa de la víctima aceptaría no demandar si recibían esa suma.
Sin embargo, la familia Brightwell, tras confirmar que todo era un engaño gracias a la intervención de un pariente, ahora recomienda establecer “palabras clave” privadas entre familiares para verificar identidades en llamadas de emergencia.
Ante un caso así, las autoridades también aconsejan colgar inmediatamente y contactar directamente al supuesto afectado antes de realizar cualquier transacción.
PERDIERON SUS AHORROS
Los $15.000 dólares entregados por Sharon provenían de sus ahorros de jubilación. Su esposo enfrenta problemas de salud y demencia, lo que aumentó su conmoción ante la estafa.
La hija real, April Monroe, lanzó una campaña en GoFundMe para intentar recuperar parte de las pérdidas y alertar a otras familias sobre los peligros de la clonación de voz con IA. “Mi voz fue clonada con IA y sonaba exactamente como yo”, escribió, todavía incrédula ante la sofisticación del engaño.