Por el Dr. Ricardo Soto-Rosa
Regreso a Caraota Digital con esta columna donde la salud es la pieza fundamental, cada semana a través de historias, les iré explicando sobre diferentes patologías, porque muchas veces así podemos comprenderlas mejor.
El mes de noviembre, se ha dado en llamar el mes azul, el de la salud masculina, para hacer un llamado de atención y concientizar al hombre, que debe asistir, al chequeo urológico anual, a partir de los 45 años de edad. El cáncer de próstata, hoy en día, se ha convertido, en la primera causa de muerte por cáncer del varón, en Venezuela.
La historia de Carmelo. Un hombre que ya tenía 51 años. Visitaba las redes sociales varias veces al día, donde múltiples publicaciones, habían llamado su atención: “Estamos en el mes azul”, “Hombres a cuidarse”, “El chequeo es muy importante”.
También a principios de año, falleció su jefe con cáncer de próstata avanzado. Recordaba su última conversación, cuando entró demacrado a la sala de convenciones, sentado en una silla de ruedas. Con voz ronca y dificultosa, dio las gracias a los presentes, relató la historia de su empresa, a la cual entregó todas las energías, esfuerzos y creatividad de su vida. Luego, en un acto protocolar, delegó responsabilidades.
Al despedirse, aconsejó a los presentes con una frase icónica “no descuiden la salud, sin ella nada les hará ilusión….
Sintiendo el llamado de tantas señales, Carmelo solicitó cita para la evaluación. Como le aconsejaron, se practicó antes los exámenes de laboratorio, incluyendo un PSA o antígenos prostático específico. Al revisar los resultados, todos estaban dentro de rangos normales, lo cual le tranquilizó y dio confianza.
Carmelo entregó la carpeta con los resultados a la secretaria del Dr. Barboza quien lo hizo pasar. Se fue directo a la camilla, bajándose los pantalones, siendo detenido por el Dr. Quien le explico en qué consistía la evaluación anual: Primero conversar de tu salud, quiero conocer tu historia, antecedentes desde el día en que naciste, si has sido operado, hospitalizado o diagnosticado con alguna condición.
También si tienes síntomas, como estas orinando y como consideras tus relaciones. Carmelo pensaba que se trataba solo de un tacto, inmediato e impersonal, del que tantos chistes se hacían y burlas generaba… las preguntas del Dr. le resultaron muy interesantes y se acordó, de aquel cuento de su mamá, “Al pobre Carmelo, cuando nació, uno de sus testículos no había descendido, pero con tratamiento y paciencia, llegó hasta la bolsa escrotal al año de edad” también relató, que una vez, al realizarle un eco, vieron que tenía “arenilla” y le recomendaron tomar abundante líquido, lo cual hizo con mucha disciplina desde entonces y así evitar sufrir de piedras en los riñones.
En cuanto a su mundo de relaciones, tenía la creencia de no ser muy capaz, el coito duraba poco tiempo y la eyaculación la consideraba escasa. Eran conclusiones que sacaba al comparase con videos para adultos.
Carmelo, al llegar a la camilla, se acostó boca abajo, pero nuevamente el Dr. lo detuvo y le ordenó sentarse, procediendo a un examen físico completo. Comenzó con los signos vitales donde se detectó que la tensión arterial estaba elevada y existía un pulso arrítmico. Procedió con un meticuloso examen del cuello y tórax, luego lo mandó a acostarse y revisó su abdomen, descartando diferentes patologías.
Complemento con el ecosonograma, haciendo énfasis en riñones, donde pudo descartar la presencia de cálculos u obstrucción delas vías urinarias superiores, sin embargo, El Dr. con inquietud observó la presencia de una deformidad redondeada en la corteza del riñón izquierdo hacia el polo inferior, la cual era densa, híper eco génica, sugestiva de una masa renal sólida o tumor renal. En cuanto al eco de la próstata demostró una glándula homogénea, aumentada de tamaño, con volumen de 35 cc, compatible con hiperplasia prostática benigna. El examen de genitales lo consideró normal y no evidencio la presencia de hernias inguinales ni umbilical.
Finalmente, el Dr. Barbosa le pidió que se acostara de lado y practicó un tacto rápido y sin dificultad. La glándula prostática fue descrita como aumentada de tamaño, lisa, de consistencia normal, no dolorosa, compatible con el crecimiento benigno de la próstata, denominado hiperplasia prostática benigna, siendo en este caso, grado I.
Al final de la consulta el Dr. Barboza le dio una explicación detallada de cada uno de los hallazgos, comenzó diciéndole que el valor normal del PSA y el resultado del tacto permitieron descartar la presencia de cáncer de próstata.
Le comentó que la misma, había permitido evidenciar su hipertensión arterial con arritmia asintomática, por lo que sería derivado al cardiólogo. También que el crecimiento prostático, posiblemente estaba produciendo obstrucción a la salida de la orina, para lo cual requería realizar la flujometría urinaria, ésta, mide las diferentes características del chorro miccional, colocando todos los resultados en parámetros numéricos, y permite verificar si el crecimiento prostático está generando cuadro obstructivo significativo e iniciar tratamiento médico.
La imagen sospechosa del riñón izquierdo necesitaba ser aclarada con un estudio de imágenes más avanzado llamado Uro tomografía con contraste endovenoso, para ser revisada en la próxima consulta. Carmelo, recordó varias veces, ese día, todas las orientaciones que el Dr. le dio, tomando conciencia de que la evaluación urológica anual no solo descarta la presencia o no de cáncer en la próstata, sino que sirve para detectar muchas otras patologías que pueden estar presentes, amenazando la integridad del hombre, así como falsas creencias que lo pueden acomplejar o no dejar disfrutar de una vida plena.
Carmelo, se dispuso hacer la tarea encomendada por el Dr. solicitando las diferentes citas para evaluación y estudios requeridos, los cuales conoceremos la próxima semana, estén pendientes. Y si desean más información los espero en todas mis redes sociales, donde me encuentra como @drsotorosa
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