Texas «está bajo control» tras endurecimiento migratorio de Trump y militarización de la frontera

Luis Alfredo Ledezma
6 Min de Lectura
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El gobierno de Trump ha reforzado la vigilancia en la zona de El Paso / Archivo

La ciudad de El Paso, en Texas (EEUU), se ha convertido en el símbolo de una nueva realidad. Hace apenas unos años, miles de migrantes acampaban frente a la iglesia del Sagrado Corazón, esperando ayuda humanitaria. Hoy, ese mismo espacio muestra un contraste sorprendente: apenas unos feligreses entran y salen del templo, mientras los cruces fronterizos han caído a su nivel más bajo en medio siglo.  

De acuerdo con un amplio reportaje de la BBC, este cambio responde a la estrategia de endurecimiento migratorio impulsada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que incluye mayor militarización de la frontera, deportaciones masivas y vigilancia reforzada en puntos críticos como El Paso.  

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Como resultado, las medidas redujeron drásticamente la presencia visible de migrantes en las calles, que se contrasta con el clima de tensión y protestas en ciudades como Chicago, Los Ángeles y Portland, donde la inmigración es un tema de movilización social.  

¿REALMENTE TEXAS ACABÓ CON LA CRISIS?  

La aparente calma en Texas no significa que la crisis haya desaparecido. Esto a juicio de organizaciones humanitarias, que denuncian que el silencio en las calles esconde un aumento en la vulnerabilidad de los migrantes, quienes ahora enfrentan mayores riesgos al intentar cruzar por rutas más peligrosas y menos vigiladas.  

Además, alcaldes de varias ciudades texanas han expresado su preocupación por la falta de transparencia en los operativos federales, deslindándose de las redadas y cuestionando el impacto real de estas políticas en sus comunidades.  

Las detenciones de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos cayeron significativamente hasta en un 50 %
Las autoridades de El Paso tuvieron dificultades con los migrantes durante la administración de Biden / Archivo

¿LOS MIGRANTES ESTÁN CRUZANDO LA FRONTERA?  

Lo cierto, es que la tendencia señalada se ha repetido a lo largo de los 3.145 km de frontera sur de los Estados Unidos, desde la costa del Pacífico en California hasta la costa del Golfo de Texas. 

De hecho, las cifras de detenciones de personas que cruzan la frontera se encuentran en su nivel más bajo en 50 años. 

En septiembre, el mes más reciente con cifras consolidadas, las detenciones en la frontera entre Estados Unidos y México se redujeron a 11.647 personas 

El contraste es abrumador: en septiembre de 2024 se habían registrado 101.000 arrestos, y en el mismo mes de 2023 la cifra alcanzaba los 269.700 casos. 

Para tener una idea del impacto, la red de voluntarios Casa de la Anunciación llegó a operar hasta 22 albergues en la región, ofreciendo refugio a miles de migrantes que habían obtenido libertad condicional en Estados Unidos mientras aguardaban, a veces durante años, sus audiencias judiciales. 

Actualmente, ese despliegue se ha reducido drásticamente: solo permanecen abiertos dos albergues. Cada noche reciben entre 15 y 20 personas, muchas de ellas no recién llegadas, sino migrantes que tras largos años en territorio estadounidense han decidido regresar a sus países de origen. 

¿QUÉ DICE LA ADMINISTRACIÓN TRUMP?  

Para la Casa Blanca, los números son presentados como un triunfo político: la materialización de una promesa de campaña que el presidente exhibe como la clave de su regreso para un segundo mandato.  

Sobre todo, en un contexto marcado por el temor de muchos estadounidenses de que el expresidente de Estados Unidos Joe Biden había perdido el control, estas cifras se convierten en el argumento central de su narrativa de éxito. 

«Hasta ahora, esta estrategia ha demostrado ser un éxito rotundo», le dijo al mencionado medio de comunicación la portavoz de la Casa Blanca Abigail Jackson. 

«Estamos revirtiendo las políticas de inmigración ilegal de la administración Biden que permitieron la entrada de innumerables inmigrantes indocumentados al país. Hemos asegurado la frontera», agregó.  

¿REALMENTE FUERON LAS POLÍTICAS DE TRUMP?  

Las causas detrás de la caída en las cifras son múltiples y complejas. Pero lo cierto, es que el descenso comenzó en el último año de la administración Biden. Aunque se profundizó con rapidez bajo la presidencia de Trump. 

De acuerdo con funcionarios y especialistas, influyen varios factores: 

  • La política más estricta de México para frenar el flujo migratorio hacia el norte. 
  • La eliminación de gran parte de los programas de libertad condicional humanitaria. 
  • Restricciones al asilo mucho más severas. 
  • Un aumento de la vigilancia fronteriza con apoyo del ejército estadounidense. 

A esto se sumó la campaña de deportaciones dentro de Estados Unidos impulsada por Trump. La misma está funcionando como un fuerte elemento disuasorio para quienes consideran migrar. 

«Con Biden, la gente sabía que tarde o temprano podrían cruzar y quedarse. Ahora no es así», dijo una migrante quien pidió anonimato al mismo medio. 

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