«Fue a propósito»: Arrollamiento masivo dejó 23 hospitalizados en EEUU, el atacante enfrentará 37 cargos

Luis Alfredo Ledezma
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La tranquilidad de East Hollywood se rompió en segundos cuando Fernando Ramírez, de 29 años, atropelló intencionalmente a una multitud que salía de un evento de reggae hip-hop en el club nocturno Vermont Hollywood.  
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La tranquilidad de East Hollywood, en Los Ángeles (EEUU), se rompió en segundos cuando Fernando Ramírez, de 29 años, atropelló intencionalmente a una multitud que salía de un evento de reggae hip-hop en el club nocturno Vermont Hollywood.  

Según la Fiscalía del Condado de Los Ángeles, Ramírez dirigió el pasado sábado, 19 de julio en horas de la madrugada, su vehículo hacia la acera. Atropelló a al menos 30 personas. El resultado: 23 hospitalizados, ocho con lesiones graves y una escena que la policía calificó como “un verdadero milagro que nadie muriera”. 

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En consecuencia, las autoridades presentaron 37 cargos de intento de asesinato e igual número de agresiones con arma mortal contra Ramírez, quien permanece bajo custodia sin derecho a fianza.  

Lo que se precisó, es que el vehículo solo se detuvo tras chocar con varios carritos de comida, y algunas víctimas quedaron atrapadas bajo el auto.  

La gravedad de las heridas de las víctimas varía desde abrasiones menores hasta fracturas complejas y laceraciones profundas.  

El fiscal de distrito, Nathan Hochman, subrayó que las acciones del acusado causaron “un daño inimaginable a decenas de personas inocentes”. 

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LE DISPARARON 

Tras el impacto, varios transeúntes confrontaron al conductor, quien intentó huir. Fue entonces cuando recibió un disparo en la espalda baja, presuntamente por parte de un civil cuya identidad todavía no se ha hecho pública. Se indicó que la policía investiga si el uso de fuerza letal fue justificado. También que el conductor fue hospitalizado.  

Asimismo, el historial de Ramírez reveló un patrón preocupante: antecedentes por agresión, violencia doméstica y conducción bajo los efectos del alcohol.  

En 2019 lo condenaron por atacar a un hombre en un supermercado, y al momento del incidente estaba en libertad bajo fianza por otro caso de violencia doméstica.  

Los fiscales del condado de Orange lo describen como alguien que “claramente muestra una falta de preocupación por la seguridad de los demás”. 

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