A pocas semanas de Halloween, la industria de disfraces en Estados Unidos enfrenta una crisis sin precedentes. Los aranceles impuestos por el presidente de EEUU, Donald Trump, sobre productos importados desde China han generado un aumento récord en los precios de máscaras, disfraces y accesorios, afectando tanto a fabricantes como a consumidores.
De acuerdo con lo reseñado por Portafolio, empresas como Trick or Treat Studios, con sede en California, reportan haber pagado más de 800.000 dólares en aranceles este año, lo que ha obligado a despidos y reducción de inventario.
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La medida arancelaria, que en abril elevó las tarifas del 20 % al 145 % antes de reducirlas al 30 % en mayo, ha tenido un impacto directo en la disponibilidad de productos para Halloween.
Según la Asociación de Halloween y Disfraces, el 90 % de los artículos del sector contienen componentes fabricados en el extranjero, principalmente en China, lo que amplifica el efecto de las tarifas. Como resultado, muchos importadores suspendieron pedidos, dejando a los minoristas con menos opciones y precios más altos.
¿QUÉ IMPLICA PARA LOS CONSUMIDORES?
Para los consumidores, esto se traduce en un gasto promedio estimado de $114.45 por persona, un incremento de $11 respecto al año anterior, según la Federación Nacional de Minoristas (NRF).
El 79 % de los compradores anticipan precios más altos esta temporada, lo que ha generado preocupación entre familias que buscan disfraces asequibles para sus hijos.
¿QUÉ DICE LA ADMINISTRACIÓN TRUMP?
Desde la Casa Blanca, el portavoz Kush Desai defendió la política arancelaria como parte de la estrategia “Estados Unidos Primero”, argumentando que busca igualar condiciones comerciales, combatir el contrabando de fentanilo y fomentar empleos nacionales.
Sin embargo, voces dentro del sector, como Chris Zephro, cofundador de Trick or Treat Studios, —una empresa con sede en Santa Cruz, California, dedicada a la producción e importación de máscaras, disfraces y accesorios de terror— advierten que los aranceles están dañando a empresas estadounidenses y trasladando el costo a los consumidores
Así, en medio de esta tensión comercial, Halloween 2025 se perfila como una celebración marcada por la escasez y el encarecimiento.
Aunque el espíritu festivo persiste, el impacto económico de las políticas arancelarias ha transformado la experiencia de compra en una pesadilla para muchos. La industria, que tradicionalmente florece en esta época, enfrenta ahora el desafío de adaptarse a un entorno comercial más restrictivo y costoso.
