Una mujer de Chicago, en Illinois (EEUU) e identificada como Ana Hernández, de 70 años, fue sentenciada a casi tres años de prisión federal tras admitir que lanzó un cóctel molotov al porche de sus vecinos venezolanos, un ataque que las autoridades procesaron como un delito de odio.
De acuerdo con la información obtenida por CBS News y otros medios, la agresión, ocurrida en marzo de 2024, no dejó heridos, pero sí provocó un incendio que pudo haber terminado en tragedia en un suburbio de Chicago.
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Según documentos judiciales, Hernández arrojó una botella de vidrio llena de aceite y un trapo encendido —un artefacto incendiario improvisado conocido como molotov— al porche trasero y de madera de la vivienda donde residía la familia de venezolanos.
El fuego se propagó rápidamente por la estructura de madera. Sin embargo, el mismo terminó controlado antes de causar daños mayores.
La mujer admitió que actuó motivada por la nacionalidad de las víctimas, lo que llevó a los fiscales a presentar cargos federales por interferir con derechos de vivienda bajo un marco de crimen de odio.
PIDIÓ QUE DESALOJARAN A LOS VENEZOLANOS
Horas después del ataque, Hernández dejó además una nota escrita a mano en el automóvil del arrendador de la vivienda, en la que exigía a los inquilinos venezolanos “regresar a su país” y advertía que podían irse “por las buenas o por las malas”.
Para los investigadores, este mensaje reforzó la motivación xenófoba detrás del atentado y evidenció un intento deliberado de intimidar y expulsar a la familia del vecindario.
Pero para fortuna de las víctimas, la mujer resultó captada por cámaras de seguridad. Justo cuando lanzó el artefacto incendiario, lo que facilitó su identificación y posterior arresto.
En un acuerdo de culpabilidad, reconoció haber atacado la vivienda con la intención de obligar a los residentes venezolanos a marcharse.
Un juez de distrito de EEUU la sentenció a dos años y nueve meses de prisión, además de imponer supervisión posterior al cumplimiento de la condena.

