La Arquidiócesis de Miami (EEUU) alzó la voz tras el arresto migratorio del padre Gustavo Santos, un sacerdote venezolano de 32 años, quien terminó detenido al regresar de un viaje internacional, a pesar de contar con una visa religiosa válida.
De acuerdo con lo reseñado por Telemundo, el incidente ocurrió este martes, 19 de agosto, cuando Santos intentaba reingresar a EEUU desde Londres.
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Según el comunicado oficial, las autoridades migratorias le negaron la entrada de manera “repentina e injusta”, lo que generó una rápida reacción por parte de la comunidad católica local.
El arzobispo Thomas Wenski, junto con la organización Catholic Legal Services, intervino de inmediato para revisar el caso ante un juez y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Gracias a esta gestión, el padre Santos terminó liberado y se le permitió reingresar al país. La Arquidiócesis expresó su agradecimiento por la pronta resolución y dio la bienvenida al sacerdote de vuelta a su ministerio en la iglesia St. John Neumann de Miami, donde prestaba servicio.
Sin embargo, el sacerdote informó a su comunidad parroquial que renunciará a su actual cargo para asumir una nueva misión, aunque no precisó ni el lugar ni la fecha.
Gustavo Santos, nacido en Valencia, en Venezuela, fue ordenado sacerdote hace dos años. En un testimonio previo, compartido por el seminario St. Vincent de Paul, relató que abandonó su país debido a la violencia y problemas de secuestro.
«Fui a la universidad y después me mandaron aquí a los Estados Unidos por unos problemas de secuestro, ustedes saben la situación del país. Cuando yo llegué aquí a los Estados Unidos perdí totalmente mi fe», confesó en aquel video.
Su historia refleja el drama de muchos migrantes que buscan refugio y reconstrucción espiritual en tierras extranjeras.
La Arquidiócesis calificó al padre Santos como un hombre de “buena reputación” y lamentó que, pese a tener una visa R-1 válida hasta noviembre, fuera tratado como si no tuviera derecho a ingresar.
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