En un giro inesperado, digno de una comedia laboral, Lucía, una mesera de un restaurante, protagonizó una escena que ha conquistado las redes sociales: quedó atrapada en el montacargas del local y pidió ayuda con un mensaje bastante creativo y arriesgado.
En lugar de entrar en pánico, la mesera decidió usar el sistema interno de comandas para enviar su SOS con una dosis de humor, que desató carcajadas entre sus compañeros y miles de usuarios en línea.
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El texto que escribió decía: “Hola, soy Lucía, me quedé encerrada en el montacargas de arriba, me podéis abrir porfi, soy gilipollas”.
Este mensaje apareció justo encima de una comanda ( documento físico o digital que se utiliza en bares, restaurantes y cafeterías para registrar los pedidos de los clientes) habitual que pedía “1 extra de pollo”. Esto acentuó el contraste entre la rutina gastronómica y la situación absurda que vivía la trabajadora.
La imagen fue compartida por la cuenta @soycamarero en X (antes Twitter), y rápidamente se volvió viral.
La reacción en redes no se hizo esperar. Comentarios como “¿Qué parte de montacargas no entendió?” y “Lo bueno es que ese turno ya está salvado, las risas, bromas y el buen rollo que van a tener les va a durar hasta el cierre” reflejan cómo el humor de Lucía logró transformar un momento potencialmente estresante en una anécdota colectiva que generó empatía y buen ánimo.
En definitiva, se puso en relieve la creatividad. También resiliencia de los trabajadores de la hostelería, quienes a menudo enfrentan situaciones adversas con ingenio.
