Más de 230 niños de una guardería en la ciudad de Tianshui, en China, fueron envenenados tras comer alimentos contaminados con plomo. Seis personas fueron detenidas y casi 30 son investigadas por este caso que conmocionó a la sociedad china.
Los hechos se dieron a principios de julio, pero se hizo público este martes gracias al informe del Comité del Partido Comunista de la provincia. Así pues, trascendió a medios internacionales el envenamiento de los niños.
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La directora de la guardería quería atraer más inscripciones para «mejorar el color y la apariencia» de los alimentos servidos a los niños. En ese sentido, usó un pigmento de gran peligrosidad en la comida.
La pintura industrial con la que colorearon a los alimentos tenía plomo, un metal pesado sumamente tóxico. Cabe destacar que los paquetes del pigmento dejaban claro que «no era para el consumo humano».
NIÑOS HOSPITALIZADOS
Los investigadores descubrieron que 233 niños de la guardería tenían niveles «anormales» de plomo en sangre, según la televisora estatal china. La amplia mayoría, específicamente 201, siguen hospitalizados.
Las pruebas arrojaron que los pasteles de dátiles al vapor y los rollos en maíz tenían 2.000 veces más que el estándar de seguridad para contaminantes en alimentos. La comida tenía más de 1.000 miligramos de plomo por kilogramo, cuando el límite es de 0,5 miligramos.
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Varios padres alertaron que sus hijos sufrieron dolor de estómago y náuseas, mientras que los dientes de otros niños se volvieron negros. También fueron contaminados el personal y la directora de la escuela.
Las autoridades detuvieron a seis personas por el caso, el cual ha sido calificado como uno de los peores incidentes de seguridad alimentaria de China. Además, otras 30 personas enfrentan severas sanciones disciplinarias.
