En un caso que ha estremecido a EEUU, Timothy Taylor, de 38 años, enfrenta cargos por el asesinato de dos mujeres: su esposa actual, Theresa Gregg, y su exesposa, Tishawn Folkes-Taylor.
De acuerdo con la información reseñada por People, los crímenes ocurrieron con apenas dos semanas de diferencia en mayo de 2023, en Brooklyn y Schenectady (Nueva York), respectivamente.
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La brutalidad de los hechos, sumada a la presencia de menores durante el segundo asesinato, ha generado una ola de indignación y atención mediática.
El primer crimen tuvo lugar el 13 de mayo, cuando Theresa Gregg fue hallada sin vida en su departamento de Bedford Avenue.
Gregg, funcionaria del Departamento de Servicios para Personas sin Hogar, fue identificada como la pareja actual de Taylor. Tras el asesinato, el sospechoso huyó del estado, iniciando una persecución que se extendió por varias jurisdicciones.
Dos semanas después, el 28 de mayo, Taylor viajó desde Carolina del Norte hasta Nueva York para atacar a su exesposa, apuñalándola 22 veces frente a sus hijos.
La investigación reveló que Taylor actuó por motivos personales y con premeditación. Tras el segundo crimen, se deshizo de su ropa ensangrentada y logró evadir a las autoridades durante varios días.
Finalmente, fue capturado el 2 de junio de ese mismo año en un bar de Filadelfia, gracias a una operación conjunta entre agencias locales y federales.
La colaboración de familiares de las víctimas, especialmente el testimonio del hijo mayor de Folkes-Taylor, fue clave para su localización y arresto.
El proceso judicial ha avanzado con rapidez. En julio de 2024, un juez validó la confesión de Taylor como evidencia voluntaria. Aunque su defensa solicitó una evaluación psiquiátrica, los informes médicos confirmaron que el acusado es mentalmente competente para enfrentar juicio penal.
En julio de este año, Taylor se declaró culpable de asesinato en segundo grado por la muerte de su exesposa, y espera sentencia el próximo 16 de septiembre. La pena mínima sería de 22 años, aunque podría enfrentar cadena perpetua. Además, sigue pendiente el proceso por el homicidio de Theresa Gregg.